jueves, 11 de mayo de 2017

V RUTA TRANSLUSITANA “AZORES” 2017. Segunda Parte

El día siguiente, iniciamos las segunda ruta, haciendo una parte de los tramos del European Rallye Azores. Comenzamos con unos paisajes verdes, de todas las tonalidades, pastos salpicados de vacas, pasamos por el lago Sao Bras, muy bonito con un tupido bosque alrededor. 




Bajando a Sao Brás pudimos contemplar la costa sur desde una gran altura. Incluso se creó la polémica de si podíamos estar a 700mts sobre el nivel del mar o no. Hacia mediodía, a las 12:30h exactamente, llegamos a Lagoa das Furnas. A esa hora en punto sacan de la tierra el plato más típico, un “cozido” que se ha hecho dentro de la tierra con el calor de los geiseres.Una vez fuera las ollas, son transportadas al restaurante Toni, en furgoneta. Así que nosotros detrás, fuimos hasta el pueblo a comérnoslo y de paso nos encontramos con una pequeña procesión.



Tenemos que decir que el Cozido no se parece en nada al español (porque estaba muy bueno, solo que no tiene ni sopa,ni garbanzos). Os adjunto una foto





Por la tarde, con la barriga llena, continuamos ruta, subiendo al mirador del lago y como el tiempo acompañaba, pudimos disfrutar de un Gin-tonic, servido y preparado en la Pick Bar. Disfrutando de una de las mejores vistas de la isla: el lagoFurnas creado en el cráter de un volcán, y el pueblo de Furnas de PovoaÇao desde lo alto. De camino, disfrutamos de más paisajes, 
El Lago do Fogo, donde la niebla se echó en 5 minutos, bajando a continuación paramos en una cascada, en esta época con poca agua, La Cascada do Cabrito. Donde echamos unas risas entre piedras, salpicaduras y la Cabra en el alto. De ahí su nombre.
Volvimos al hotel a una hora prudente y fuimos a cenar a la “Cooperación Agrícola”, para mí fue la mejor noche ya que soy bastante carnívora y el entrecot se deshacía en la boca. 
Y el restaurante muy moderno y bien decorado.
Aprovechamos la fruta que compramos en el mercado para condimentar el “bajativo” de la noche, una vez mas en el Pick Bar (versión especial de la Ford Ranger).

Y sin darnos cuenta, llegó el lunes y con él, el ultimo día del viaje. Nos levantamos con un aire que hizo volar hasta las palmeras del hotel. Pero eso, no nos impidió hacer la ruta prevista. Estuvimos por la zona acantilada de Ribeira Grande, visitamos el mirador de Santa Iria, de impresionantes vistas, pero donde debíamos agarrarnos para no volarnos.
















A continuación una Quinta de producción de té llamada Cha Gorreana, donde pudimos comprobar cómo se recoge y elabora el famoso te de Azores. Y para acabar la mañana dimos un paseo por el Parque Natural da Ribeira dos Caldeiroes, precioso Jardín, lleno de cascadas y molinos.
Una improvisada comida, en un sitio modesto, daba paso a la tarde, donde hicimos la Rota Da Tronqueira, los km más famosos del Rally Azores y para mí, además fue el camino más bonito de todo el viaje… en mi interior iba sintiendo la emoción que rezumaba el sitio como si estuviésemos en pleno evento. Aunque a los pilotos no les da tiempo a disfrutar de aquellos bonitos paisajes y bosques. El camino de tierra roja volcánica estaba en perfecto estado y todos los coches 4x4 y SUV, disfrutaron de lo lindo del recorrido.
El tramo acababa en un bonito vadeo, y unos senderos flanqueados de Plataneros, que nos brindaron bonitas imágenes.
La mejor forma de acabar el día era dándonos un bañito en las aguas termales de Poça de D. Beija (4€/persona), en Furnas. Agua calentita y con mucho azufre, vaya olor, aunque al final te acababas acostumbrando. Tuvimos un poco de mala suerte ya que al ser una fiesta internacional había demasiada gente. Y por fin pudimos descubrir cuál era la sorpresa para este viaje. Vitor y Carla nos regalaron una Taza (también unos bombones y té autóctonos) que llenamos del agua caliente de una fuente natural, para hacernos un té. Y seguimos vivos, y sin cagalera!! Una experiencia única. Pero sihhh… entre nosotros… no sabía nada bien. Algunos probaron la fuente que había al otro lado de la calle, y sus caras no decían nada bueno de esa agua.
De vuelta al hotel, con tiempo para relajarnos. Esa noche cenábamos pegaditos al hotel en Rabo de Peixe, pueblo marinero, fue una cena muy divertida y donde pudimos comprobar nuevamente la amabilidad de los portugueses que nos invitaron a probar los platos de su mesa. Me encantaron las LAMPS (lapas para los españoles).

OH, OH llegó el martes, rico desayuno en el hotel, recoger maleta, dejar habitación y subirse a los coches para dejarlos e ir al aeropuerto y volar a Madrid… todo claro hasta aquí no?? 
Pues como no podía ser de otra forma, una aventura es aventura hasta el final. Nada más empezar, el coche de Carlitos no arrancaba, nos reorganizamos, y conseguimos llegar al aeropuerto. Aun había que ir a devolver algunos coches a la ciudad, tras el caos y algún cabreo, nos reunimos todos en la puerta de embarque. Embarcamos y el primer vuelo a Lisboa salió con retraso, además para colmo de males, estuvimos 10 minutos dando vueltas encima de Lisboa. Asíque entramos a la terminal y unas azafatas nos indicaban que corriéramos a la puerta E62. Lo que implicó que Eugenio y Cristina no llegase al segundo vuelo (tuvo suerte, le salió bien la indemnización) y que el resto no recibiéramos la maleta… hasta el día siguiente. El lado bueno, nos libramos de empezara poner lavadoras y llegamos a tiempo de ver ganar al Madrid al Atlético 3 a 0. Y al día siguiente, fuimos recibiendo las maletas cada uno en casa.

Así llegamos al fin de este viaje. Sera difícil de superarlo.
Especial agradecimientos a Carla y Vitor, nuestros amigos Portugueses. A Paula y Pedro, nuestro fotógrafo intrépido. Y a Anabela y Adriano, nuestros guías locales, siempre dispuestos con su ejército y vehículos.


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